lunes, 20 de noviembre de 2017



Documental sobre la historia del universo


Amenazas del universo



Algo imposible esta ocurriendo en Marte

Teoría del Big Bang


Tipos de estrellas


El sistema solar

El fin del universo



La tierra y su origen


Impactos de meteoritos contra la tierra


Misterios del Universo






fin de la vía lactea



Choque de la Andromeda con la vía láctea

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, es una anomalía en más de una forma. Y ahora los científicos de la NASA dicen que saben exactamente cuándo llegará a su fin.

En el universo, que está en constante expansión, la Vía Láctea ha estado acercándose a su vecina celestial, la galaxia Andrómeda. Pero la naturaleza de este acercamiento había sido un misterio, hasta ahora.


“De manera muy interesante, encontramos que la galaxia Andrómeda parece estar llegando directamente hacia nosotros”, dijo Roeland van der Marel, un astrónomo del Instituto de Ciencia Telescópica Espacial en Baltimore, Estados Unidos.


El descubrimiento fue hecho gracias a las imágenes tomadas durante los 22 años de vida del Telescopio Espacial Hubble. Los científicos han intentado determinar la fecha de expiración de la Vía Láctea durante más de 100 años. Ahora, por primera vez, los científicos de la NASA dicen que saben “con certeza” cuándo dejará de existir nuestra galaxia como la conocemos, cómo será el proceso y hasta cómo se verá.

Nuevos datos recolectados por el Hubble prueban, según la NASA, que en 4.000 millones de años la Vía Láctea y Andrómeda colisionarán o pasarán tan cerca la una de la otra que la fuerza gravitacional que cada una ejerce sobre la otra causará una reducción en su velocidad hasta el punto de fusión. La fusión se completará en 6.000 millones de años a partir de ahora.

Cuando las galaxias chocan

Al inicio de la existencia universal, Andrómeda y la Vía Láctea iban por caminos separados, dijo van der Marel.

“Han estado acercándose una a la otra durante los últimos 5.000 millones de años”, dijo. “Durante los primeros 8.000 millones de años, estaban alejándose una de la otra, y ahora están acercándose, y eso continuará por siempre”.

En nuestro universo local, que contiene aproximadamente 50 galaxias, de acuerdo con van der Marel, la Vía Láctea y Andrómeda son como goliats. Hay dos galaxias más que tienen alrededor de un décimo de la masa de las dos gigantes, y el resto tienen menos del 1%.

La atracción gravitacional masiva es lo que al final atrajo y juntó a la Vía Láctea y a Andrómeda, y en última instancia hará que se conviertan en una.

“El claro descubrimiento es que vamos a fusionarnos con Andrómeda”, dijo van der Marel. “En el pasado, era sólo una posibilidad, pero ahora es un hecho conocido que esto va a pasar”.

Los científicos compararon el movimiento de las galaxias con las imágenes del cielo tomadas por el Telescopio Espacial Hubble durante varios años. Eso permitió a los científicos determinar la trayectoria de Andrómeda por primera vez.

Hay un 9% de probabilidad de que la M-33, una galaxia satelital de Andrómeda, golpee primero a la Vía Láctea en lo que van der Marel llama “un doble golpe”, y eso causará que se vuelva un satélite de la nueva galaxia que se forme.

Cómo se vería una fusión intergaláctica

Van der Marel la describe como un “accidente cósmico múltiple realmente grande” que iluminará el cielo.

Cuando ambas galaxias choquen, cada una conteniendo su propio conjunto de estrellas y gases cósmicos, el resultado será la formación de muchas estrellas nuevas.

La Vía Láctea tiene la forma de un disco plano similar a un frisbee. Andrómeda es más esférica. Cuando se combinen, formarán una “galaxia elíptica”, o lo que van der Marel describe como una galaxia en forma de balón de futbol americano. En lugar de ver una banda de estrellas en el horizonte cósmico, alguien en la Tierra teóricamente estaría rodeado de ellas, como se muestra en la foto arriba, una una simulación de la NASA para mostrar cómo se vería el cielo de noche dentro de 6.000 millones de años.

La forma como se ven las estrellas no sería lo único que cambiaría en la Tierra.

“Nuestro Sol y la Tierra irían en un nuevo viaje a través del universo”, explicó van der Marel. Cuando Andrómeda llegue aquí, el Sol probablemente será empujado mucho más lejos en el universo. Sin embargo, para ese momento, la Tierra será demasiado caliente para ser habitada por humanos.

Nuestro Sol no será directamente golpeado cuando la colisión inicial ocurra en 4.000 millones de años. Pero en 6.000 millones de años, cuando la fusión se complete, nuestro Sol morirá.

Su significado en el cosmos

La vida en la Tierra como la conocemos, ciertamente no será posible para el momento en el que se espera que ocurra está fusión galáctica. Pero como dijo van der Marel, hay “muchas incertidumbres más allá de las leyes de la Física”, y la raza humana bien podría haber descubierto continuar su existencia.

“Pasará mucho tiempo a partir de ahora, así que no tenemos que mantenernos despiertos o contratar un seguro de vida”, dijo van der Marel. “Lo que hace esto realmente especial es nos pasará a nosotros, es nuestro Sol, es nuestro planeta, y los humanos estamos fascinados con lo que será nuestro destino”.

Protoestrellas

Protoestrella





Tal como su nombre lo indica, se trata de una estrella en estado de evolución. Es un cúmulo de gas que ha colapsado desde una nube molecular gigantesca. La fase de protoestrella dura un largo tiempo, aproximadamente unos 100.000 años, durante este tiempo es que la gravedad y la presión se van incrementando, lo que produce un colapso en la protoestrella.

Estrella supergigante



Estrella supergigante



Las estrellas más grandes del universo son las supergigantes. Estas llegan a tener entre 10 y 50 veces la masa del Sol. Al ser tan enormes, consumen el hidrógeno en su núcleo a un ritmo muy rápido, razón por la cual mueren jóvenes y cuando lo hacen detonan, causando una supernova, proceso por el cual se desintegran completamente.

Muy interesante ¿no lo crees? Teniendo en cuenta la inimaginable cantidad de cosas que aún nos quedan por conocer acerca de nuestro vasto universo, ¿no te parece que aún debe de existir muchos otros tipos de estrellas? ¿Tú qué dices?

Estrella enana blanca



Enana blanca



Cuando las estrellas ya no tienen más hidrógeno en su núcleo, es cuando se convierten en una enana blanca. Se dan varios procesos entonces, los cuales finalizan cuando la estrella finalmente colapsa dentro de su propia gravedad. Una enana blanca brilla porque alguna vez fue una estrella radiante, sin embargo, ya no hay ningún tipo de reacción sucediendo en ellas.
Enana roja



Las enanas rojas son las estrellas más comunes del universo. Son un tipo diferente de estrellas de secuencia principal, la diferencia es que tienen poca masa y son mucho más frías que, por ejemplo, el Sol.

Estrella gigante roja

Gigante roja



Las fase de gigante roja se da cuando una estrella ha consumido todo el hidrógeno de su núcleo, lo que provoca que la fusión se vea interrumpida y la estrella ya no pueda generar presión. Una capa de hidrógeno alrededor del núcleo se enciende permitiendo la continuidad de la vida de la estrella, pero este proceso causa que la misma se vea reducida en tamaño. Las gigantes rojas llegan a tener un tamaño de hasta 100 veces mayor que en su fase de secuencia principal.

Estrella de secuencia principal

Estrella de secuencia principal



Este tipo de estrellas compone la gran mayoría de las estrellas, tanto de nuestra galaxia como del resto del universo en general y un claro ejemplo de esta clase de estrellas es nuestro mismísimo Sol. Una estrella en esta fase se encuentra en estado de equilibrio hidrostático, la masa de estas estrellas varían enormemente pero lo mínimo es alrededor de 0.08 veces la masa total del sol y como máximo, en teoría, pueden crecer hasta 100 veces la masa del Sol, ¿imaginas? Pues sigue leyendo...


Estrella T Tauri.

Estrella T Tauri.


Las T Tauri son aquellas estrellas en estado de evolución, siendo este el estado previo a la conversión en una estrella de secuencia principal. La fase T Tauri ocurre al final de la fase protoestrella, cuando la presión gravitacional que contiene a la estrella es la fuente de su energía. Este tipo de estrellas no tienen la presión ni la temperatura suficiente en sus núcleos como para generar una fusión nuclear. La similitud que tienen éstas con las estrellas de secuencia principal es su temperatura.


Tipos de estrellas






Tipos de estrellas del universo 



Teniendo en cuenta el tamaño de nuestro fascinante universo, no es difícil imaginar que existan diversos tipos de estrellas diferentes. Desde las pequeñas enanas marrones hasta las estrellas supergigantes rojas y azules. De hecho, existen determinadas estrellas que son realmente extrañas, veamos algunas de ellas.


Las estrellas mas importantes



En el hemisferio Norte se destaca Polaris, o Estrella Polar Norte, que se encuentra muy cerca del polo Norte celeste (aproximadamente a un grado). Esta estrella es la más brillante de la constelación Osa Menor y fue reconocida como tal por el griego Tales de Mileto aproximadamente en el año 600 a. C. Su distancia de la Tierra es de 820 años luz; es decir, la luz proveniente de esta estrella viaja durante 820 años antes de llegar a nosotros.

En el hemisferio Sur no hay una estrella brillante que nos indique el polo Sur celeste, pero una constelación muy famosa nos ayuda mucho en este sentido. Es la llamada Cruz del Sur, que aparece en la bandera de varios países. La estrella más brillante de esta constelación es llamada Acruz (Alfa crucis).

Al lado izquierdo de la Cruz del Sur se encuentran las famosas Rigil y Hadar. La primera es la llamada Alfa Centauro. Ella y una estrella compañera invisible a simple vista, Próxima Centauro, son las estrellas más cercanas a la Tierra (4,3 años luz). Hadar es la segunda estrella brillante del Centauro.

Así, uno puede darse cuenta de cómo se intentó buscar los polos. Pero sin duda otras estrellas, como Sirio y Las Tres Marías (estrellas del Cinturón de Orión), son igual de hermosas en el cielo.

viernes, 10 de noviembre de 2017

Leyes y Teorias 2


Albert Einstein y la relatividad

Las teorías de la relatividad, general y especial, de Albert Einstein pretenden hacer compatibles otras dos: la mecánica de Isaac Newton y el electromagnetismo de James Clerk Maxwell.

Según las leyes del movimiento establecidas por primera vez con detalle por Isaac Newton hacia 1680-89, dos o más movimientos se suman de acuerdo con las reglas de la aritmética elemental.



Supongamos que un tren pasa a nuestro lado a 20 kilómetros por hora y que un niño tira desde el tren una pelota a 20 kilómetros por hora en la dirección del movimiento del tren. Para el niño, que se mueve junto con el tren, la pelota se mueve a 20 kilómetros por hora. Pero para nosotros, el movimiento del tren y el de la pelota se suman, de modo que la pelota se moverá a la velocidad de 40 kilómetros por hora.


Como resulta evidente, no se puede hablar de la velocidad de la pelota a secas. Lo que cuenta es su velocidad con respecto a un observador particular. Cualquier teoría del movimiento que intente explicar la manera en que las velocidades (y fenómenos afines) parecen variar de un observador con relación a otro sería una "teoría de la relatividad".


La teoría de la relatividad de Einstein nació del siguiente hecho: lo que funciona para pelotas tiradas desde un tren no funciona para la luz. En principio podría suponerse que la luz se propagara, o bien a favor del movimiento terrestre, o bien en contra de él. En el primer caso parecería viajar más rápido que en el segundo (de la misma manera que un avión viaja más aprisa, en relación con el suelo, cuando lleva viento de cola que cuando lo lleva de cara). Sin embargo, medidas muy cuidadosas demostraron que la velocidad de la luz nunca variaba, fuese cual fuese la naturaleza del movimiento de la fuente que emitía la luz.



Einstein dijo entonces: supongamos que cuando se mide la velocidad de la luz en el vacío, siempre resulta el mismo valor (unos 299.793 kilómetros por segundo), en cualesquiera circunstancias. ¿Cómo podemos disponer las leyes del universo para explicar esto? Einstein encontró que para explicar la constancia de la velocidad de la luz había que aceptar una serie de fenómenos inesperados.


Halló que los objetos tenían que acortarse en la dirección del movimiento, tanto más cuanto mayor fuese su velocidad, hasta llegar finalmente a una longitud nula en el límite de la velocidad de la luz; que la masa de los objetos en movimiento tenía que aumentar con la velocidad, hasta hacerse infinita en el límite de la velocidad de la luz; que el paso del tiempo en un objeto en movimiento era cada vez más lento a medida que aumentaba la velocidad, hasta llegar a pararse en dicho límite; y, finalmente, que la masa era equivalente a una cierta cantidad de energía y viceversa.


Todo esto lo elaboró en 1905 en la forma de la "teoría especial de la relatividad", que se ocupaba de cuerpos con velocidad constante. En 1915 extrajo consecuencias aún más sutiles para objetos con velocidad variable, incluyendo una descripción del comportamiento de los efectos gravitatorios. Era la "teoría general de la relatividad".



Los cambios predichos por Einstein sólo son notables a grandes velocidades. Tales velocidades han sido observadas entre las partículas subatómicas, viéndose que los cambios predichos por el genial científico se daban realmente, y con gran exactitud. Es más, sí la teoría de la relatividad de Einstein fuese incorrecta, los aceleradores de partículas no podrían funcionar, las bombas atómicas no explotarían y habría ciertas observaciones astronómicas imposibles de hacer.


Pero a las velocidades corrientes, los cambios predichos son tan pequeños que pueden ignorarse. En estas circunstancias rige la aritmética elemental de las leyes de Isaac Newton; y ,como estamos acostumbrados al funcionamiento de estas leyes, nos parecen ya de "sentido común", mientras que las leyes de Albert Einstein se nos antojan "extrañas" y difíciles de comprender.

Leyes y Teorias



Isaac Newton y la ley de la gravitación universal


La gravitación es la fuerza de atracción mutua que experimentan los cuerpos por el hecho de tener una masa determinada.

La existencia de dicha fuerza fue establecida por el matemático y físico inglés Isaac Newton en el siglo XVII. Además, este brillante científico desarrolló para su formulación el llamado cálculo de fluxiones (lo que en la actualidad se conoce como cálculo integral).


Isaac Newton nació el 25 de diciembre de 1642, en Woolsthorpe, Lincolnshire. Cuando tenía tres años, su madre viuda se volvió a casar y lo dejó al cuidado de su abuela. Al enviudar por segunda vez, decidió enviarlo a una escuela primaria en Grantham. En el verano de 1661 ingresó en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, donde recibió su título de profesor.


Durante esa época se dedicó al estudio e investigación de los últimos avances en matemáticas y a la filosofía natural. Casi inmediatamente realizó descubrimientos fundamentales que le fueron de gran utilidad en su carrera científica. También resolvió cuestiones relativas a la luz y la óptica, formuló las leyes del movimiento y dedujo a partir de ellas la ley de la gravitación universal.


La ley formulada por Newton y que recibe el nombre de ley de la gravitación universal, afirma que la fuerza de atracción que experimentan dos cuerpos dotados de masa es directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa (ley de la inversa del cuadrado de la distancia). La ley incluye una constante de proporcionalidad (G) que recibe el nombre de constante de la gravitación universal y cuyo valor, determinado mediante experimentos precisos, es de:

G = 6,67384*10-11 N*m²/kg².


Para determinar la intensidad del campo gravitatorio asociado a un cuerpo con un radio y una masa determinados, se establece la aceleración con la que cae un cuerpo de prueba (de radio y masa unidad) en el seno de dicho campo. Mediante la aplicación de la segunda ley de Newton tomando los valores de la fuerza de la gravedad y una masa conocida, se puede obtener la aceleración de la gravedad.


Dicha aceleración tiene valores diferentes dependiendo del cuerpo sobre el que se mida; así, para la Tierra se considera un valor de 9,8 m/s² (que equivalen a 9,8 N/kg), mientras que el valor que se obtiene para la superficie de la Luna es de tan sólo 1,6 m/s², es decir, unas seis veces menor que el correspondiente a nuestro planeta, y en uno de los planetas gigantes del sistema solar, Júpiter, este valor sería de unos 24,9 m/s².


En un sistema aislado formado por dos cuerpos, uno de los cuales gira alrededor del otro, teniendo el primero una masa mucho menor que el segundo y describiendo una órbita estable y circular en torno al cuerpo que ocupa el centro, la fuerza centrífuga tiene un valor igual al de la centrípeta debido a la existencia de la gravitación universal.


A partir de consideraciones como ésta es posible deducir una de las leyes de Kepler (la tercera), que relaciona el radio de la órbita que describe un cuerpo alrededor de otro central, con el tiempo que tarda en barrer el área que dicha órbita encierra, y que afirma que el tiempo es proporcional a 3/2 del radio.


Este resultado es de aplicación universal y se cumple asimismo para las órbitas elípticas, de las cuales la órbita circular es un caso particular en el que los semiejes mayor y menor son iguales.

Busqueda de vida extraterrestre


Búsqueda de vida extraterrestre


Los científicos buscan vida extraterrestre principalmente de tres maneras:

  • Búsqueda directa, es decir, la observación de vida microbiana o de cualquier tipo en los cuerpos celestes que la humanidad llegue a visitar. 
  • Detección indirecta, o la detección de características o marcas distintivas de la vida en cuerpos celestes a través de telescopios avanzados. 
  • Escucha de señales artificiales, que permitiría detectar verdaderas civilizaciones extraterrestres que emiten radiación electromagnética como un subproducto de su avance tecnológico.

Búsqueda directa


Debido a que, en la práctica, los únicos cuerpos celestes que el ser humano puede visitar son los de nuestro Sistema Solar, la búsqueda directa de vida extraterrestre se ha limitado a dicho sistema; principalmente a la búsqueda de vida microscópica, ya sea fósil o activa. Sin embargo no todos los cuerpos del sistema solar se consideran aptos para la presencia de vida. Actualmente se considera como posibles objetivos de búsqueda a:




  • Marte, idea respaldada por las teorizadas similitudes pasadas y presentes entre la Tierra y ese planeta: principalmente la ya confirmada presencia de agua en abundancia y de una densa atmósfera en el pasado remoto. Estos hechos, y la cercanía relativa de Marte, han causado que sea el cuerpo celeste más explorado por la astrobiología: ya se ha estado buscando evidencia de actividad biológica en Marte durante las misiones Viking 1 y Viking 2 de la NASA, con resultados ambiguos pero por lo general considerados como negativos. Hay fuertes controversias sobre estas evidencias de existencia de vida microbiana en Marte. Un experimento de la Viking Mars Lander informó de emisiones de gas desde el caliente suelo marciano, que algunos arguyen son coherentes con la presencia de microbios. Sin embargo, la carencia de evidencias o de corroboración mediante otros experimentos en la Viking Mars Lander sugiere que una reacción no biológica es la hipótesis más acertada. 

  • Meteoritos provenientes de Marte que han caído en la Tierra: debido a la cercanía relativa entre Marte y la Tierra y la baja gravedad marciana, se acepta como un hecho que ciertos meteoros son rocas marcianas eyectadas por choques meteóricos mayores, que tras vagar durante millones de años en el espacio, chocan por azar contra nuestro planeta. El 6 de agosto de 1996, expertos de la NASA revelaron públicamente que un meteorito de ese tipo llamado ALH84001, encontrado en la Antártida, mostraba evidencias de una posible actividad biológica microscópica; en particular, restos parecidos a bacterias fosilizadas. Este estudio ha sido ampliamente debatido y criticado en sus conclusiones, manteniéndose hasta el día de hoy en la polémica.



  • La luna de Júpiter Europa: desde el paso de las misiones Voyager 1 y Voyager 2 se cree que Europa tiene un océano de agua líquida de varios kilómetros de profundidad, bajo el hielo que cubre su superficie. Debido al hecho comprobado que las fuerzas de marea y la resonancia orbital provocan el calentamiento de Io (la luna mayor más cercana a Júpiter), originando vulcanismo, se cree que Europa presentaría similar actividad volcánica, al ser la segunda en distancia justo después de Io. Por tanto, se cree que podría haber fuentes de calor y vertidos de sustancias químicas en dicho océano. En la Tierra se conocen ejemplos de ecosistemas abisales que dependen de la actividad geotérmica para su subsistencia, de modo que dicha posibilidad en Europa no puede excluirse, llevando incluso a expertos a proponer una misión no tripulada a Europa, consistente en una sonda de alunizaje y un submarino robótico capaz de penetrar la gruesa capa de hielo.​ Dicha misión no se encuentra actualmente en los planes de ninguna agencia espacial, y de concretarse, se realizaría varias décadas en el futuro. 

  • La luna Encélado de Saturno. Durante la misión Cassini-Huygens de la NASA y ESA se descubrió que Encélado eyecta grandes cantidades de agua al espacio a través de enormes géiseres, revelando la presencia de un activo criovulcanismo y una muy alta posibilidad de reservorios de agua líquida bajo la superficie helada. Encélado es una sorpresa para la astrobiología y la planetología, pues nadie esperaba encontrar tal actividad en una luna tan pequeña; pero ahora los expertos consideran que podría ser incluso más factible que Europa como lugar de búsqueda de vida, pues se cree que sus capas de hielo superficial son mucho más delgadas, haciendo más fácil acceder al agua subterránea. El hecho conocido de que agua escapa al espacio exterior es una evidencia de ello.

Búsqueda indirecta


Debido a la recientemente adquirida capacidad para detectar planetas extrasolares o exoplanetas orbitando estrellas distintas a nuestro Sol, entre la comunidad astronómica se ha generado un fuerte interés en descubrir mundos comparables en tamaño y propiedades a la Tierra; planetas que apenas empiezan a ser detectados. También hay un fuerte interés en la posibilidad de observar realmente tales mundos usando telescopios mucho más perfeccionados que los disponibles actualmente.


Hasta la fecha sólo hay un ejemplo de observación directa de un planeta extrasolar; y aunque empieza a ser posible detectar planetas de tamaño equivalente a la Tierra en otro sistemas, obtener fotografías de ellos todavía no es posible, debido a que los instrumentos disponibles no son lo suficientemente sensibles para separar el enorme brillo de la estrella del de sus planetas. Eso puede cambiar en un futuro cercano, cuando telescopios como el Terrestrial Planet Finder de la NASA o el proyecto Darwin de la ESA entren en funcionamiento. Entre las funciones de tales dispositivos está la de obtener fotografías de los planetas, y detectar propiedades fundamentales de los mismos, como su temperatura, o la presencia o ausencia de atmósfera, así como detalles sobre su composición (mediante espectroscopia).


Existen quienes creen que tales métodos permitirían detectar mundos paralelos donde existan procesos biológicos comparables a los presentes en la Tierra. La idea está respaldada por el hecho de que la luz que refleja nuestro planeta lleva consigo "marcas" que revelan la presencia de la vida; por ejemplo, la presencia de un alto nivel de oxígeno, y ciertas variaciones del espectro infrarrojo, que revelan la presencia de vegetación.


Desde luego, tales métodos de detección asumen que la vida en la Tierra es un caso mediocre, y que las características de la luz reflejada por la Tierra son compartidas por todos los casos. Este método de detección tiene la ventaja de permitir la detección de mundos con vida primitiva (y que no transmiten ondas de radio como lo espera el SETI), con la condición de que dicha vida haya modificado la atmósfera, de manera análoga a como la vida ha cambiado la atmósfera terrestre desde su aparición.


Por otro lado, se ha teorizado que cualquier sociedad tecnológica estará trasmitiendo información: radiaciones electromagnéticas generadas por el hombre son detectables en un radio de más de 50 años luz de la Tierra, y están en constante expansión. El proyecto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) o "Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre", analiza los datos recogidos por los grandes radiotelescopios y los analiza buscando pautas artificiales utilizando superordenadores, así como un gran proyecto de computación distribuida en el mundo; SETI@home. Hasta la fecha, no obstante, tan solo la señal Wow! ha sido reseñable en esta búsqueda.



A lo largo del tiempo se han producido también una serie de iniciativas en sentido contrario: no buscar la señal de una posible inteligencia extraterrestre, sino informar de nuestra presencia a potenciales civilizaciones que estén a la escucha. La primera fue el llamado Mensaje de Arecibo, lanzado en 1974 en dirección al cúmulo de estrellas de M13. A bordo de las sondas Pioneer 10 (en dirección a la estrella Aldebarán) y Pioneer 11 (en dirección a la constelación de Aquila) se encuentran sendos mensajes (véase Placa de la Pioneer) destinados a una posible civilización extraterrestre que pudiese interceptar las sondas. Lo mismo ocurre en el caso del Disco de oro de las Voyager, en las sondas Voyager 1 (en dirección a la constelación de Ofiuco) y Voyager 2 (en dirección a la estrella Ross 248). Más recientemente, en 2008, un equipo de científicos ucranianos ha enviado mensajes en dirección al sistema Gliese 876.​ El 5 de febrero del mismo año a las 0:00 UTC la NASA transmitió la canción "Across the universe"de la banda británica The Beatles en dirección a la estrella Polaris que se encuentra a 431 años luz de la tierra, utilizando una antena de 70m en el DSN's a las afueras de Madrid con el fin de celebrar el 50 aniversario de la NASA, el 45 aniversario de la Deep Spacial Network (DSN) y el 40 aniversario de la canción.


Varios científicos del SETI han advertido que tratar de contactar con hipotéticas civilizaciones extraterrestres enviando transmisiones de radio al espacio es imprudente, acientífico, falto de ética y potencialmente catastrófico.

Vida extraterrestre



   El término vida extraterrestre se refiere a las muchas formas de vida que puedan haberse originado, existido o existir todavía en otros lugares del universo, fuera del planeta Tierra. Una porción creciente de la comunidad científica se inclina a considerar que pueda existir alguna forma de vida extraterrestre en lugares donde las condiciones sean propicias, aunque generalmente se considera que probablemente tal vida exista solo en formas básicas. Una hipótesis alternativa es la panspermia, que sugiere que la vida podría surgir en un lugar y después extenderse entre otros planetas habitables. Estas dos hipótesis no son mutuamente excluyentes. Se especula con formas de vida extraterrestre que van desde bacterias, que es la posición mayoritaria, hasta otras formas de vida más evolucionadas, que puedan haber desarrollado inteligencia de algún tipo. La disciplina que estudia la viabilidad y posibles características de la vida extraterrestre se denomina exobiología.


Debido a tal falta de pruebas a favor o en contra, cualquier enfoque científico del tema toma siempre la forma de conjeturas y estimaciones. Aunque cabe notar que el tema posee también una gran cantidad de teorías informales y paracientíficas, que exceden con facilidad los criterios de cualquier epistemología científica, por ejemplo, haciendo afirmaciones infalsables según el criterio de Popper, y son por tanto consideradas seudociencias.

Bioquímica


Toda vida en la Tierra requiere de elementos químicos, hidrógeno, oxígeno, carbono, nitrógeno, azufre, fósforo, así como de otros muchos en menores cantidades, como ciertos minerales; requiere además de agua líquida como solvente en el cual las reacciones tienen lugar. Cantidad suficiente de carbono y demás elementos constituyentes de la vida, junto con el agua, harían posible la formación de organismos vivientes en otros planetas con una química, presión y temperatura similares a las de la Tierra. Como la Tierra y otros planetas están hechos de "polvo estelar", es muy probable que otros planetas se hayan formado con semejante composición de elementos químicos que los terrestres. La combinación de carbono y agua en la forma de carbohidratos, como el azúcar, puede ser una fuente de energía química de la que depende la vida, mientras que a la vez provee elementos de estructura y codificación genética. El agua pura es útil, pues tiene un pH neutro debido a la continuada disociación entre sus iones de hidronio e hidróxido. Como resultado, puede disolver ambos tipos de iones, positivos (metálicos) y negativos (no metálicos) con igual habilidad.


Debido a su relativa abundancia y utilidad en el sostenimiento de la vida, muchos han hipotetizado que todas las formas de vida, donde quiera que se produzcan, se valdrían también de estos materiales básicos. Aun así, otros elementos y solventes pueden proveer una cierta base de vida. Se ha señalado al silicio como una alternativa posible al carbono; basadas en este elemento, se han propuesto formas de vida con una morfología cristalina, teóricamente capaces de existir en condiciones de alta temperatura, como en planetas que orbiten muy cercanos a su estrella.


También se han sugerido formas de vida basadas en otros solventes, pues existen compuestos químicos capaces de mantener su estado líquido en diferentes rangos de temperatura, ampliando así las zonas habitables consideradas viables. Así por ejemplo, se estudia el amoníaco como solvente alternativo al agua. La vida en un océano de amoníaco podría aparecer en un planeta mucho más lejano a su estrella.


Técnicamente, la vida es básicamente una reacción que se replica a sí misma, por lo que bajo esta simple premisa podría surgir la vida bajo una amplia gama de condiciones e ingredientes diferentes, si bien la vía carbono-oxígeno parece la más óptima y conductiva. Existen incluso teorías sobre reacciones autorreplicantes que podrían ocurrir en el plasma de una estrella, aunque éste sería un tipo de vida altamente extremo y nada convencional.

Literatura


Hubo un cambio dramático en el pensamiento con la invención del telescopio y el heliocentrismo. Una vez que quedó claro que la Tierra era meramente un planeta entre innumerables cuerpos en el universo, la teoría de vida extraterrestre comenzó a convertirse en un tema en la comunidad científica. Uno de los primeros fue el filósofo italiano Giordano Bruno, que argumentó en el siglo XVI que para un universo infinito en el cual todas las estrellas estuvieran rodeadas de su propio sistema planetario, habría otros mundos con "no menos virtud ni una naturaleza distinta a la de nuestra tierra" y, como la tierra, "contienen animales y habitantes".


La posibilidad de vida extraterrestre era una trivialidad del discurso educado durante el siglo XVII, aunque en el poema El paraíso perdido (1667) Milton empleó cautelosamente este tema cuando el ángel sugiere a Adán la posibilidad de vida en la Luna.


En la literatura, otro ejemplo sería El otro mundo: las sociedades y gobiernos de la Luna, del poeta Cyrano de Bergerac, donde las sociedades extraterrestres se presentan como parodias humorísticas o irónicas de la sociedad terrena.Fontanelle expandió la esfera creativa del Creador, en lugar de negarla, en su obra Conversaciones sobre la pluralidad de los mundos. Y en La excursión" (1728), David Mallet exclamó: "Diez mil mundos resplandecen; cada uno con su carga/De mundos poblados".


En 1752, Voltaire publica el cuento corto Micromegas, que avanza muchas de las nociones que luego se ven expresadas de forma recurrente en la ciencia ficción incipiente y contemporánea. En particular, la idea de que los alienígenas pueden viajar entre las estrellas y venir a la Tierra (hasta llega a sugerir cierta propulsión luminosa, análoga a una vela solar), y que son distintos a los humanos de forma fundamental (en este caso, en talla, tiempo de vida y cantidad de sentidos).


El género de la ciencia ficción se desarrolla durante el siglo XIX con Julio Verne en Alrededor de la Luna (1870), que ofrece una discusión sobre la posibilidad de vida en la Luna, pero con la conclusión de que es estéril, y La guerra de los mundos, de H. G. Wells (1898), con la idea popular de la "invasión marciana”.

 Enfoques científicos sobre la vida extraterrestre


Debido a que es un fenómeno que por el momento permanece esencialmente fuera del alcance de la ciencia (al no disponer de datos, y por tanto de la posibilidad de experimentar y refutar las hipótesis), no existe una disciplina "formal" que estudie la vida extraterrestre, ni ningún currículo académico que forme expertos en ello. Aquellos que se han aproximado al tema de manera científica son por lo general expertos en áreas diversas, que por interés meramente personal han elaborado hipótesis sobre las posibilidades de vida en otros mundos, y han compartido sus puntos de vista a través de algún medio. Pese a ello, ha surgido una enorme cantidad de trabajos y publicaciones serias sobre el tema, de modo que puede hablarse de una cuasi-ciencia dedicada a estudiar y teorizar sobre este fenómeno, a pesar de la ausencia de pruebas. La proto-ciencia que estudia la vida extraterrestre se llama exobiología o astrobiología, y esencialmente se dedica a especular sobre los límites en los que, según nuestros conocimientos científicos, podría darse la vida.

Preguntas y argumentos


Hay muchas preguntas acerca de cómo puede ser la vida extraterrestre, para las que la ciencia todavía no tiene respuesta, como por ejemplo:
  • ¿Podría no estar basada en el carbono? (por ejemplo, ¿estar basada en el silicio?) 
  • ¿Cuál es la probabilidad de que la vida evolucione, y hasta qué nivel de complejidad (unicelular, pluricelular, inteligente, tecnológicamente avanzada)? 
  • ¿Qué condiciones requiere la evolución de la vida? 


Los detractores de la idea de que pueda existir vida extraterrestre indican que no es científico hipotetizar sobre hechos no conocidos o probados, tales como formas de vida que no se basen en el carbono, ecosistemas avanzados que no sean ricos en gases hormonales, o planetas con biosferas significativamente distintas a la de la propia Tierra (temperatura media, tipo de estrella que orbitan, satélites, geología, etc.).

Hipótesis de la Tierra especial


En contraposición al principio de mediocridad, están los que afirman que la vida en la Tierra no es un caso mediocre, y que las condiciones necesarias para su aparición son tan únicas y particulares que bien puede ser posible que existan muy pocas, o incluso sólo un planeta con vida en el universo: la Tierra.


Los defensores de esta hipótesis alegan que la vida en la Tierra, y en particular la vida humana, parecen depender de una larga y extremadamente afortunada cadena de eventos y circunstancias, que bien podrían ser irrepetibles incluso en la escala cósmica. Por ejemplo, se menciona con regularidad que sin una Luna tan grande como la que tiene la Tierra, el planeta tendería a presentar una precesión mucho más importante, cambiando drásticamente de inclinación en su rotación y afectando así de manera caótica el clima y, muy posiblemente, imposibilitando la vida como la conocemos.


Se mencionan también otras aparentes casualidades afortunadas, como el hecho de que el Sol esté en un lugar de la Vía Láctea relativamente libre de supernovas, en contraposición al centro galáctico, o que el Sol es del tamaño justo para dar energía suficiente, y durar lo suficiente, como para que la vida haya aparecido.


Otra positiva casualidad para la vida en la Tierra es la existencia de un planeta del tamaño de Júpiter, como apuntan los autores del libro Rare Earth, en una órbita estable, casi circular y a la distancia suficiente de la Tierra para atrapar numerosos cometas y asteroides que, de otro modo, terminarían impactando con el planeta, arruinando todo tipo de vida incipiente. Esas, entre muchas otras casualidades, separadamente pueden parecer triviales, pero juntas convierten a la Tierra en un lugar cósmicamente especial.


Sin embargo, desde fines del siglo XX, y producto de nuevos descubrimientos, tales como la existencia de moléculas orgánicas en el espacio, la presunta existencia de un océano de agua líquida en Europa,​ o el demostrado hecho de que los planetas extrasolares son relativamente comunes, y de que por tanto algunos de ellos podrían presentar condiciones factibles para la vida, han hecho que esta hipótesis ya no sea compartida por buena parte de la comunidad científica.


Otras teorías


La panspermia es la teoría que sostiene que la vida en la Tierra proviene del espacio, especulando que la vida llegó de otros cuerpos celestes (quizás de planetas extrasolares) en forma de esporas, viajando en meteoros y polvo cósmico que serían arrojados al espacio por choques meteóricos. Existe una variante de esta teoría, que afirma que la vida es estrictamente originaria del sistema solar, pero que sí se difundió a la Tierra (o incluso, desde la Tierra hacia otros cuerpos) a través de esporas en meteoros; a esta teoría se le llama transpermia. Sin embargo y aceptando, por supuesto, la validez de las precitadas teorías, es preciso no perder de vista otro enfoque científico de la vida extraterrestre: su búsqueda mediante las señales de radio provenientes del espacio profundo. Durante los últimos meses, se ha dicho y escrito bastante sobre la captación de señales que provienen, supuestamente, de galaxias extremadamente lejanas. No obstante, es necesario esperar a que, mediante la Metodología de la Investigación Científica, se niegue o, bien, se corrobore que dichas señales son reales.


La especulación sobre las posibles formas de vida extraterrestres, especialmente las inteligentes, así como sus posibles civilizaciones y relaciones con los seres humanos han sido y son tratadas también por la ciencia ficción y la ufología.

Viajes espaciales

 Viajes espaciales

  • 4 de octubre de 1957. El Sputnik 1 es el primer satélite artificial en la órbita terrestre. Meses después, el Sputnik 2 puso en el espacio a la perra Laika .

  • -12 de abril de 1961. Yuri Gagarin le da la vuelta a la órbita terrestre a bordo de la nave espacial Vostok 1 , en una hora y 48 minutos. La velocidad fue de 27.400 kilómetros por hora.

  •  18 de marzo de 1965. Pavel Beliaev y Alexei Leonov se convierten en los dos primeros hombres en salir al espacio abierto, a bordo de la nave soviética Voshtok 2 .

  •  3 de junio de 1965. Dos norteamericanos emulan la proeza rusa a bordo de Geminy 4 .

  •  21 de julio de 1969. Neil Armstrong se convierte en el primer hombre en pisar la Luna.

  •  15 de julio de 1975. Los rusos Alexei Leonov y Valeri Kubasov a bordo de Soyuz 19 y los norteamericanos Vance Brand, Donald Slayton y Thomas Stafford en Apolo fueron los cosmonautas de la primera misión conjunta.

  •  28 de enero de 1986. Siete astronautas del Challenger mueren al explotar el transbordador, por falta de oxígeno.

  • 11 de marzo de 2001. Jame Shelton,permanece nueve horas fuera de la nave Discovery .

  • Primero de febrero de 2003. Siete astronautas mueren. El Columbia , puesto en órbita en abril de 1981, descendía sobre Texas (E.U.) en el momento del accidente, después de haber estado 15 días fuera de la Tierra.
 Hasta hoy, el hombre había realizado 240 salidas tripuladas al espacio abierto.

Agencias espaciales

Otras agencias espaciales 

  • Agencia Espacial Canadiense (Canadian Space Agency en inglés y Agence Spatiale Canadienne en francés) 
  •  Administración Espacial Nacional China 
  •  Agencia Espacial Europea 
  •  Agencia Espacial Italiana (Agenzia Spaziale Italiana) 
  •  Agencia India de Investigación Espacial (Indian Space Research Organization, ISRO) 
  •  Programa espacial soviético (histórico) 
  •  Agencia Espacial Federal Rusa 
  • Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial de España 
  • Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial 
  • Agencia Espacial Mexicana 
  • CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina) 
  •  ABAE (Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales )

La NASA



La Historia Y Significado de La NASA 

NASA son las siglas, en inglés, para la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (inglés: National Aeronautics and Space Administration) de los Estados Unidos, que es la agencia gubernamental responsable de los programas espaciales. 

El Programa espacial soviético lanzó el primer satélite artificial del mundo (Sputnik 1) el 4 de octubre de 1957. El Congreso de los Estados Unidos lo percibió como una amenaza a la seguridad y el Presidente Eisenhower y sus consejeros, tras varios meses de debate, tomaron el acuerdo de fundar una nueva agencia federal que dirigiera toda la actividad espacial no militar.

El 29 de julio de 1958 Eisenhower firmó el Acta que funda la NASA, la cual empezó a funcionar el 1 de octubre de 1958 con cuatro laboratorios y unos 8.000 empleados.

La intención de los primeros programas era poner una nave tripulada en órbita y ello se realizó bajo la presión de la competencia entre los EE. UU. y la URSS en la denominada Carrera espacial que se produjo durante la Guerra Fría.


Programas de la NASA 


El Programa Mercury

Artículo principal: Proyecto Mercury
5 de Mayo de 1961 lanzamiento del cohete Redstone con la cápsula Libertad 7 del Proyecto Mercury con Alan Shepard Jr. En el primer vuelo suborbital. (Para lanzar las misiones orbitales del Proyecto Mercurio se usó el cohete Atlas.)

El Programa Mercury comenzó en 1958, con el objetivo de descubrir si el hombre podía sobrevivir en el espacio exterior. El 5 de mayo de 1961 Alan Shephard fue el primer astronauta estadounidense al pilotar la nave Libertad 7 en un vuelo suborbital de 15 minutos. John Glenn se convirtió el 20 de febrero de 1962 en el primer estadounidense en orbitar la Tierra, durante un vuelo de 5 horas con la nave Amistad 7, que dio 3 vueltas a la Tierra

El Programa Géminis



El 25 de mayo de 1961 el Presidente John F. Kennedy anunció que Estados Unidos debía comprometerse a "aterrizar a un hombre en la Luna y devolverlo sano y salvo a la Tierra antes del final de la década", para lo cual se creó el Programa Apolo. El Programa Gémini fue concebido para probar las técnicas necesarias para el Programa Apolo, cuyas misiones eran mucho más complejas.

Comenzó con el Gemini 3 el 21 de marzo de 1965 y acabó con el Gemini 12 el 11 de noviembre de 1966. Edward White, quien posteriormente murió en el accidente del Apollo 1, hizo con el Gemini 4 el 3 de junio de 1965 la primera caminata espacial de un estadounidense. El 15 de diciembre de 1965 los Gemini 6 y 7, tripulados por dos astronautas cada uno, hicieron su primera cita espacial aproximando las naves hasta 1,8 m. El vuelo del Gemini 7 tuvo una duración de dos semanas, tiempo que se estimó necesario para las misiones Apollo. El 16 de marzo de 1966 la nave Gemini 8 tripulada por David Scott y Neil Armstrong, que luego sería el primer hombre en pisar la Luna, atracaron su nave al cohete Agena 8 preparando la maniobra de atraque entre el módulo lunar y la nave Apollo.

El Programa Apolo
Durante los ocho años de misiones preliminares la NASA tuvo la primera pérdida de astronautas. El Apolo 1 se incendió en la rampa de lanzamiento durante un ensayo y sus tres astronautas murieron. La NASA, tras éste accidente, hizo un programa de premios para mejorar la seguridad de las misiones, el Premio Snoopy. El Programa Apolo logró su meta con el Apolo 11, que alunizó con Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin en la superficie de la Luna el 20 de julio de 1969 y los devolvió a la Tierra el 24 de julio. Las primeras palabras de Armstrong al poner el pie sobre la Luna fueron: «Éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad».

Diez hombres más formarían la lista de astronautas en pisar la Luna cuando finalizó el programa anticipadamente con el Apolo 17, en diciembre de 1972, cuyo resultado fue además de la recogida de muestras de regolito, la instalación de equipos de estudio superficiales ALSEP que aún continúan enviando información.

La NASA había ganado la carrera espacial y, en algún sentido, esto la dejó sin objetivos al disminuir la atención pública capaz de garantizar los grandes presupuestos del Congreso. Ni la casi trágica misión del Apolo 13, donde la explosión de un tanque de oxígeno casi costó la vida a los tres astronautas y les obligó a renunciar a pisar la Luna, pudo volver a atraer la atención. Las misiones posteriores al Apolo 17 (estaban planificadas varias misiones más, hasta el Apolo 20) fueron suspendidas. Los recortes del presupuesto, debidos en parte a la Guerra de Vietnam, provocaron el fin del programa. Los tres Saturno V no utilizados se usaron para el desarrollo del primer laboratorio estadounidense en órbita, el Skylab, y las ideas fueron en la línea de desarrollar un vehículo espacial reutilizable como el transbordador espacial. Poco conocido es el proyecto AAP (Apollo Applications Program), que debía ser el sustituto de las misiones Apolo, o el LASS, destinado a establecer una base habitada en la superficie del satélite.



Misiones no tripuladas 

Aunque la inmensa mayoría del presupuesto de NASA se ha gastado en los vuelos tripulados, ha habido muchas misiones no tripuladas promovidas por la agencia espacial.

En 1962 el Mariner 2 fue la primera nave espacial en hacer un sobrevuelo cercano a otro planeta, en este caso Venus. Los programas Ranger, Surveyor y Lunar Orbiter eran esenciales para evaluar las condiciones lunares antes de intentar el vuelo tripulado del programa Apolo. Posteriormente, las dos sondas Viking que aterrizaron en la superficie de Marte enviaron a la Tierra las primeras imágenes de la superficie del planeta. Quizá las misiones no tripuladas más impresionantes fueron los programas Pioneer 10, Pioneer 11, Voyager 1 y Voyager 2, misiones que visitaron Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y enviaron impresionantes imágenes en color de todos ellos y la mayoría de sus satélites.

Cooperación entre EE.UU y la Unión Soviética 

El desarrollo ya logrado por las dos potencias espaciales, tenía que producir un acercamiento entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Por lo tanto, el 17 de julio de 1975 un Apollo, encontrando un nuevo uso después de la cancelación del Apollo 18, se acopló a un Soyuz soviético en la misión Apollo-Soyuz para la que hubo que diseñar un módulo intermedio y acercar la tecnología de las dos naciones. Aunque la Guerra Fría duraría más años, este fue un punto crítico en la historia de NASA y el principio de la colaboración internacional en la exploración espacial. Después vinieron los vuelos del transbordador a la estación rusa Mir, vuelos de estadounidense en la Soyuz y de rusos en el transbordador y la colaboración de ambas naciones y otras más en la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS).

La era del transbordador 

Les Dejo el Transbordador Atlantis aterrizando en abril de 2002



El Transbordador espacial se convirtió en el programa espacial favorito de la NASA a finales de los años setenta y los años ochenta. Planeados tanto los dos cohetes lanzadores como el transbordador como reutilizables, se construyeron cuatro transbordadores. El primero en ser lanzado fue el Columbia el 12 de abril de 1981.

Pero los vuelos del transbordador eran mucho más costosos de lo que inicialmente estaba proyectado y, después que el desastre del Transbordador Espacial Challenger en 1986 resaltó los riesgos de los vuelos espaciales, el público recuperó el interés perdido en las misiones espaciales.

No obstante, el transbordador se ha usado para poner en órbita proyectos de mucha importancia como el Telescopio Espacial Hubble (HST). El HST se creó con un presupuesto relativamente pequeño de 2.000 millones de dólares, pero ha continuado funcionando desde 1990 y ha maravillado a los científicos y al público. Algunas de las imágenes han sido legendarias, como las del denominado Campo Profundo del Hubble. El HST es un proyecto conjunto entre la ESA y la NASA, y su éxito ha ayudado en la mayor colaboración entre las agencias.

En 1995 la cooperación ruso-estadounidense se lograría de nuevo cuando comenzaron las misiones de acoplamiento entre el Transbordador y la estación espacial Mir, (en ese momento la única estación espacial completa). Esta cooperación continúa al día de hoy entre Rusia y Estados Unidos, los dos socios más importantes en la construcción de la ISS. La fuerza de su cooperación en este proyecto fue más evidente cuando la NASA empezó confiando en los vehículos de lanzamiento rusos para mantener la ISS tras el desastre en 2003 del Columbia que mantuvo en tierra la flota de los transbordadores durante más de un año.

Costando más de cien mil millones de dólares, ha sido a veces difícil para la NASA justificar el proyecto ISS. La población estadounidense ha sido históricamente difícil de impresionar con los detalles de experimentos científicos en el espacio. Además, no puede acomodar a tantos científicos como había sido planeado, sobre todo desde que el transbordador espacial está fuera de uso, hasta marzo de 2005, deteniendo la construcción de la ISS y limitando su tripulación a una de mantenimiento de dos personas.

Durante la mayoría de los años 1990 la NASA se enfrentó con una reducción de los presupuestos anuales por parte del Congreso. Para responder a este reto, el noveno administrador de la NASA, Daniel S. Goldin, inventó misiones baratas bajo el lema más rápido, más bueno, más barato que le permitió a la NASA que recortara los costos mientras se emprendían una ancha variedad de programas aerospaciales. Ese método fue criticado y llevó en 1999 a las pérdidas de las naves gemelas Climate Orbiter y Mars Polar Lander de la exploración de Marte.


Marte y más allá 

Probablemente la misión con más éxito entre el público en los últimos años (1997) ha sido la de la sonda Mars Pathfinder y la Mars Global Surveyor. Los periódicos de todo el mundo llevaron las imágenes del robot Sojourner, desplazándose y explorando la superficie de Marte. Desde 1997 la Mars Global Surveyor ha orbitado Marte con un éxito científico innegable. Desde 2001 el orbitador Mars Odyssey ha estado buscando evidencia de agua en el planeta rojo, en el pasado o en el presente, así como pruebas de actividad volcánica.

En 2004 una misión científicamente más ambiciosa llevó a dos robots, Spirit y Opportunity, a analizar las rocas en busca de agua, por lo que aterrizaron en dos zonas de Marte diametralmente opuestas y parece que encontraron vestigios de un antiguo mar o lago salado.

El 14 de enero de 2004, diez días después del aterrizaje de Spirit , el Presidente George W. Bush anunció el futuro de la exploración espacial. La humanidad volverá a la Luna en 2020 como paso previo a un viaje tripulado a Marte.

El Transbordador espacial se retirará en 2010 y será reemplazado en 2014 por el Crew Exploration Vehicle, capaz de atracar en la ISS y dejar la órbita de la Tierra. El futuro del ISS es algo incierto, tras la explosión del Columbia el 1 de febrero de 2003, y el patrón de los vuelos del Transbordador. La construcción se completará, pero el futuro de las próximas misiones es incierto.




Administradores de la NASA
1. T. Keith Glennan (1958-1961)
2. James E. Webb (1961-1968)
3. Thomas O. Paine (1969-1970)
4. James C. Fletcher (1971-1977)
5. Robert A. Frosch (1977-1981)
6. James M. Beggs (1981-1985)
7. James C. Fletcher (1986-1989)
8. Richard H. Truly (1989-1992)
9. Daniel S. Goldin (1992-2001)
10. Sean O'Keefe (2001-2005)
11. Michael Griffin (2005–2009)
12. Charles F. Bolden, Jr. (2009–presente) 

Instalaciones:

La NASA cuenta con 12 campos de instalación:

* John F. Kennedy Space Center, Florida
* Ames Research Center, Moffett Field, California
o NASA Advanced Supercomputing facility
* Hugh L. Dryden Flight Research Facility, Edwards, California
* Goddard Space Flight Center, Greenbelt, Maryland
* Jet Propulsion Laboratory, cerca de Los Ángeles, California
* Lyndon B. Johnson Space Center, Houston, Texas
* Langley Research Center, Hampton, Virginia
* Lewis Research Center, Cleveland, Ohio
* George C. Marshall Space Flight Center, Huntsville, Alabama
* Michoud Assembly Facility, Nueva Orleans, Luisiana
* John C. Stennis Space Center, Bahía de San Luis, Misisipi
* Wallops Flight Facility, Wallops Island, Virginia
* Ad Astra Rocket (AARC), Costa Rica.

Pluton


Plutón o Pluto

Resultado de imagen para pluton Es un planeta enano del sistema solar situado a continuación de la órbita de Neptuno. Su nombre se debe al dios mitológico romano Plutón (Hades según los griegos). En la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) celebrada en Praga el 24 de agosto de 2006 se creó una nueva categoría llamada plutoide, en la que se incluye a Plutón. Es también el prototipo de una categoría de objetos transneptunianos denominada plutinos. Posee una órbita excéntrica y altamente inclinada con respecto a la eclíptica, que recorre acercándose en su perihelio hasta el interior de la órbita de Neptuno. Plutón posee cinco satélites: Caronte, Nix, Hidra, Cerbero y Estigia. Estos son cuerpos celestes que comparten la misma categoría.


Su gran distancia al Sol y a la Tierra, unida a su reducido tamaño, impide que brille por encima de la magnitud 13,8 en sus mejores momentos (perihelio orbital y oposición), por lo cual solo puede ser apreciado con telescopios a partir de los 200 mm de abertura, fotográficamente o con cámara CCD. Incluso en sus mejores momentos aparece como astro puntual de aspecto estelar, amarillento, sin rasgos distintivos (diámetro aparente inferior a 0,1 segundos de arco). No fue hasta el año 2015 cuando la sonda espacial New Horizons pasó sobre el planeta y permitió apreciar por primera vez de forma nítida el aspecto real del planeta.


 


 Plutón fue descubierto el 18 de febrero de 1930 por el astrónomo estadounidense Clyde William Tombaugh (1906-1997) desde el Observatorio Lowell en Flagstaff, Arizona, y fue considerado el noveno y más pequeño planeta del sistema solar por la Unión Astronómica Internacional y por la opinión pública desde entonces hasta 2006, aunque su pertenencia al grupo de planetas del sistema solar fue siempre objeto de controversia entre los astrónomos. Incluso, durante muchos años existió la creencia de que Plutón era un satélite de Neptuno que había dejado de ser satélite por el hecho de alcanzar una segunda velocidad cósmica. Sin embargo, esta teoría fue rechazada en la década de 1970.

Tras un intenso debate, y con la propuesta de los astrónomos uruguayos Julio Ángel Fernández y Gonzalo Tancredi ante la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional en Praga, República Checa, se decidió por unanimidad reclasificar a Plutón como planeta enano, requiriendo que un planeta debe tener dominancia orbital. Se propuso su clasificación como planeta en el borrador de resolución, pero desapareció de la resolución final, aprobada por la Asamblea General de la UAI. Desde el 7 de septiembre de 2006 tiene el número 134340, otorgado por el Centro de Planetas Menores.

Neptuno


Neptuno


   Neptuno es el planeta más exterior de los gigantes gaseosos y el primero que fue descubierto, en septiembre de 1846, gracias a predicciones matemáticas.
Foto 1

El interior de Neptuno es roca fundida con agua, metano y amoníaco líquidos. El exterior es hidrógeno, helio, vapor de agua y metano, que le da el color azul. Neptuno es un poco más pequeño que Urano, pero más denso.

Neptuno es un planeta dinámico, con manchas que recuerdan las tempestades de Júpiter. La más grande, la Gran Mancha Oscura, tenía un tamaño similar al de la Tierra, pero en 1994 desapareció y se ha formado otra.

Los vientos más fuertes de cualquier planeta del Sistema Solar son los de Neptuno. Muchos de ellos soplan en sentido contrario al de rotación. Cerca de la Gran Mancha Oscura se han medido vientos de 2.000 Km/h.
Datos básicosNeptunoLa Tierra
Tamaño: radio ecuatorial24.746 km.6.378 km.
Distancia media al Sol4.504.300.000 km.149.600.000 km.
Día: periodo de rotación sobre el eje  16,11 horas23,93 horas
Año: órbita alrededor del Sol164,8 años1 año
Temperatura media superficial-200 º C15 º C
Gravedad superficial en el ecuador11 m/s29,78 m/s2


El campo magnético de Neptuno está inclinado 47 grados respecto al eje de rotación y desplazado unos 13.500 km del centro físico. Esta orientación puede deberse a los flujos en el interior y no a la inclinación del propio planeta.



La nave Voyager II se acercó a Neptuno el año 1989 y lo fotografió. Descubrió seis de las ocho lunas que tiene y confirmó la existencia de anillos.


En efecto, tiene un sistema de cuatro anillos estrechos, delgados y muy tenues, difíciles de distingir con los telescopios terrestres. Los anillos de Neptuno se formaron a partir de partículas de polvo, arrancadas de las lunas interiores por los impactos de meteoritos pequeños.



En la atmósfera de Neptuno se llega a temperaturas cercanas a los 260 ºC bajo cero. Las nubes, de metano congelado, cambian con rapidez. La foto de arriba muestra los cambios que detectados en Neptuno a lo largo del tiempo.


La distancia que nos separa de Neptuno se puede entender mejor con dos datos: una nave ha de hacer un viaje de doce años para llegar y, desde allí, sus mensajes tardan más de cuatro horas para volver a la Tierra.